Las experiencias en la vida cambian a las personas...
la mía cambió cuando nació Paula...
ahora intento vivir sabiendo que a veces hay que estar muy abajo para poder ver lo que es realmente importante en la vida...
Las experiencias en la vida cambian a las personas...
la mía cambió cuando nació Paula...
ahora intento vivir sabiendo que a veces hay que estar muy abajo para poder ver lo que es realmente importante en la vida...
Rubia ánimo!!!! Pero he de decirte q dos amigos mios tuvieron q dejar el electro….por las agujetas
Reply¡Susana!: «pa presumí, hay que sufrí», como digo yo. Que te quieres poner tú muy guenorra. jajajajaja
ReplyBuenas noches, guapa.
Perdón que me ha faltado la diéresis en la u de la palabra guenorra. Es que no sé cómo ponerla con el móvil.
ReplyPor favor Susana no publiques los comentarios que vergüenza, cada vez escribo peor que no es «guenorra» es «buenorra» como lo decimos mal, voy y lo escribo mal. Que mal no los publiques me muero de la vergüenza, por favor.
ReplyJAJAJAJA Suscribo hasta las comas de lo que cuentas de las sesiones de electrofitness.
ReplyNo digo que no tengan resultado. Ni que, pasado un tiempo (como pasa con las demás rutinas de ejercicio físico a las que te acostumbres), al final terminen desapareciendo las agujetas. Pero si te lo tomas en serio o te cae un entrenador que se lo toma en serio por ti, las agujetas son de la talla XXL hasta en aquel sitio que pensabas que no tenía músculo.
Yo, tras media docenas de sesiones (y no es por desanimar) lo dejé. La natación me da menos quebraderos de todo tipo y muy buen resultado.